Barcelona: De la cena con champiñones al Olimpico…

Este jueves, el vestuario del Barcelona se ha armado de cubiertos y tenedores para enfrentar juntos la madre de las batallas culinarias en la Ciudad Deportiva. El plan es más efectivo que los discursos motivacionales de las películas de deportes: ¡una comilona! Dicen las malas lenguas que fue más copiosa que la última vez que Obélix visitó un buffet libre. Todo ello, claro, después del entreno matutino, donde los jugadores sudaron la gota gorda antes de lanzarse a la actividad principal del día: papear hasta vencer el hambre.

Todo esto ocurre tras la pequeña catástrofe digna de película de terror y pasteles de fresa, donde el Barcelona fue expulsado de la Liga de Campeones en el último suspiro. Un final más angustiante que cuando no encuentras el mando de la TV y empieza el programa que esperabas ver con palomitas. Hansi Flick ya ha dicho que al menos nadie perdió las zapatillas en el camino, pero caer cuando tenías medio pie en la final es un chasco más grande que una casa.

El domingo se viene LaLiga como un tornado en Montjuïc: Real Madrid vs. Barcelona, y los culés están a tope. Con solo cuatro puntos de diferencia, una victoria aquí puede ser como encontrar un billete de 500 euros en el sofá. Pero si los merengues ganan, preparad las palomitas, porque el drama está asegurado hasta el último segundo. La comida de este jueves no solo busca llenar el estómago, sino también avivar la moral para salir rugiendo como leones en el Clásico. ¡Que empiece el espectáculo!