El infinito y más allá para los merengues…
¡Señoras y señores, agarren sus gafas de sol porque el Barça está brillando más que un escaparate de tienda en rebajas! Tras la épica victoria en el Clásico de Montjuïc, los culés están a punto de ponerle la corona a LaLiga, ahora con un colchón de siete puntos. Hansi Flick y sus pupilos solo necesitan que algún fan levante la mano y ¡zas! Una victoria más, y el título es suyo. La fórmula no podría ser más sencilla: sumar tres puntos donde sea, en Espanyol, Sevilla o en Marte.
Mientras tanto, el Real Madrid encara una misión digna de ciencia ficción: mantener la esperanza de sus aficionados mientras sueñan con un pinchazo culé de proporciones épicas. A los merengues les viene mejor aprender a trazar constelaciones porque necesitan tres victorias seguidas y que el Barça pierda en el bingo. De no darse esta alineación planetaria, podríamos encontrarlos buscando en Google «cómo aceptar la realidad».
Por ahí andábamos antes de que el calendario se convirtiera en un thriller futbolístico. Con una visita al Espanyol, un cara a cara con el Sevilla y una lucha en San Mamés, el Barcelona parece estar más cerca del festín de celebración. Mientras los madridistas visualizan su revancha en algún laberinto intergaláctico, la liga podría terminar con unos culés haciendo conga en la Plaza Catalunya.