Los jugadores caen como moscas…
La Liga Nacional de Fútbol Sala parece más una partida de ajedrez que un torneo. El FC Barcelona, ese gigante azulgrana que colecciona trofeos como yo colecciono calcetines, está viendo cómo se le rompen las piezas. Con 53 puntos, los culés lideran la tabla, pero no pueden dormirse en los laureles, porque el Inter acecha como un gato que ha visto una pelota de lana. ¡Qué nervios!
Las lesiones han hecho del equipo de Tino Pérez un collage de vendajes y muletas. Primero fue Catela, que ha dicho adiós a la temporada tras romperse no solo un ligamento, sino dos. Fits, en cambio, ha decidido que el ligamento es una moda pasada y le ha dado un buen tajo al suyo. Ahora, como parte de la oferta 2×1 en lesiones, Lozano y Adolfo están fuera de combate por un pinzamiento aquí y un estiramiento allá. Cuatro caídos ilustres, dejando al Barça más agujereado que un queso suizo.
A pesar de las bajas, los azulgranas se enfrentarán a Osasuna Magna con esperanza de que la noche no termine como una película de terror. El sábado, el Palau será escenario de un partido que ni el mejor guionista de telenovelas podría inventar. Al menos, recuperan a González y Touré del parón internacional. Velas y rezos son bienvenidos para que nadie más caiga. ¡Dios salve al FC Barcelona!