La ausencia de Iñigo resuena en el vestuario culé…
El Barça está buscando un líder, como si estuvieran cazando un tesoro pirata escondido bajo el campo. La salida de Iñigo Martínez hacia el Al Nassr de Arabia Saudí ha dejado un hueco que parece más grande que el estadio mismo. Aunque hay otros jugadores talentosos, el equipo ha extrañado la honestidad y el mando del defensa vasco, que era para el vestuario lo que la salsa es para el guacamole. El club está ansioso, esperando que algún valiente dé un paso al frente y asuma el mando.
La ausencia de Iñigo no solo dejó un agujero en la defensa, ¡sino que hay más reuniones que en una telenovela de 200 episodios! Iñigo era conocido por llevar dulces tras las victorias, como un Santa Claus de fin de partido. Ahora, estrellas como Ter Stegen, aunque lesionado, y otros como Raphinha, Araujo o Lewandowski necesitan demostrar que su carisma está a la altura de las circunstancias. Sin un líder fuerte, el Barça parece más una orquesta sin director que un equipo de fútbol.