Jornada de campeones y cabezazos de verdad…

El Barcelona ha salido al campo en modo «día de la marmota», con Hansi Flick mirando al once titular como si fueran extraterrestres intergalácticos. La sorpresa ha sido el regreso de Ter Stegen al arco, como si fuese el regreso del Jedi en persona, aunque su escudo láser no ha estado muy afilado. ¡Primer disparo del Villarreal y zas! tanto en la frente. Mientras tanto, Lewandowski, cual Don Quijote, sigue luchando por el Pichichi contra su molinos de viento llamados Mbappé y su lista goleadora.

Lo más curioso de la jornada ha sido el baile de posiciones en defensa. Eric García ha demostrado que puede ser tan versátil como un cuchillo suizo de la mano de un Chef en Masterchef. ¡Vio una amarilla y todo! Probablemente como resultado de estar tan emocionado. El joven Fermín apuntó alto, como un cohete, protagonizando una serie de intentos que hicieron al portero del Villarreal sudar como si estuviera en pleno agosto en el Sahara.

Mientras tanto, Pedri y su balón parecía estar en una relación amorosa. ¡Vaya dominio de balón el suyo! De Jong descansaba tan tranquilo como una iguana al sol; total, la liga ya está en el bolsillo. Sin embargo, en cuanto sonó el silbato del descanso, Flick hizo cambios como si estuviera tocando una batuta dirigiendo una orquesta de futbolistas desafinados. Ahora, a esperar los últimos actos de la temporada teatral en que se ha convertido esta liga.