El regreso de Íñigo y Olmo, un culebrón…

El equipo del Barcelona intenta olvidar el empate con el Betis, como quien intenta olvidar el último capítulo de una serie mala. Ahora va a lo grande, de lleno al torneo Champions, donde le espera el siempre intimidante Borussia de Dortmund, casi tan temido como un examen sorpresa de mates. El maestro de ceremonias, Flick, con la esperanza de un terrícola que sueña con ovnis, confía en que sus jugadores galácticos se recuperen pronto. Al menos tendrá a Raphinha listo, que viene siendo como el comodín en una partida de cartas.

Íñigo Martínez, nuestro héroe de telenovela que no pudo participar en el último episodio por una lesión tan grande como un guisante en el vasto campo de una pierna, podría estar listo para el duelo del miércoles. El médico del club, con su bisturí poético, aclaró que la lesión es una mera travesura del destino. Tanto así, que Íñigo podría haber debutado en el Metropolitano de no ser porque Flick prefiere no tentar a la mala suerte.

Dani Olmo, el otro caballero andante, también tiene su parte en este cuento. Si bien no estará en la ida, como el héroe que llega tarde a la batalla, se espera que haga su pomposo regreso en Dortmund. La lesión de Olmo es tan terquedad como la película que se atasca justo en la mejor parte. Pero el optimismo reina, y podría incluso dar el campanazo ante Leganés. ¡Flick está jugando al ajedrez con las lesiones, y rezamos por que termine gritando jaque mate!