El fútbol versión ‘Toma y Daca’…

¡Paren las rotativas! En una extraña maniobra más digna de un partido de parchís que de LaLiga, el Barcelona y el Real Madrid han decidido jugar al cambio de horarios con la emoción de quien intercambia cromos en el patio del colegio. Debido a que el Barça sigue en Champions y el Madrid no, los azulgranas se han hecho con el horario deluxe del sábado por la noche frente al Valladolid. ¡Qué glamour! Mientras tanto, los merengues aceptan su nueva cita de domingo a la hora de la siesta contra el Celta, quizás confundiéndolo con un domingo de tortilla de patatas en el parque.

Parece que los culés tendrán un descanso digno de reyes antes de enfrentarse al Inter en las semifinales de la Champions. Un cambio de horario que les da más tiempo para afilar las botas y no perderse ni un segundo de la serie del momento. A todo esto, el técnico del Barça, Flick, ya está planeando una estrategia secreta inspirada en las coreografías de TikTok para sorprender a su enemigo italiano en la vuelta. Solo nos queda esperar que los jugadores no se entusiasmen demasiado el sábado por la noche y se olviden de salir al campo.

Por otra parte, el Real Madrid, con la libertad horaria que ni un nini de verano, verá el césped del Bernabéu el domingo a las 14:00 como quien se tira al sofá a ver una peli después de comer. Con su calendario más despejado que el futuro de un poeta en paro, los blancos vivirán una jornada 34 más relajada, quizás pensando en cambiar los tacos por zapatillas de andar por casa. ¡Eso sí que es planificación estratégica, amigos!