El duelo de las alegaciones inesperadas…
¡Atención, amigos del balón! El campamento culé está cocinando una defensa digna de una película de Hollywood. Y todo porque Osasuna decidió jugar al detective y encontró una posible «alineación indebida» en el partido 27. «¡A las barricadas!», gritaron desde las oficinas del Barça, donde ahora los letrados están escribiendo argumentos como si fueran las letras de una canción pegajosa. ¿La razón del conflicto? Iñigo Martínez se presentó al partido en lugar de quedarse a descansar… Pero, tranquilos culés, ¡que tranquilidad es el segundo nombre del Barcelona!
Parece que Osasuna ha sacado la lupa más grande que pudo encontrar y se ha convertido en el Sherlock Holmes del fútbol. Según cuentan, Iñigo tenía una rodilla quejumbrosa que había mandado un fax a la selección española diciendo que «de partidos nada». Fue justo el día después del gran asalto al Montjuïc, donde el Barça se llevó la victoria con un rotundo 3-0, que los rojillos detonaron su bomba de alegaciones al viento. Dicen que así defienden el honor del fútbol, una lucha tan épica como las que libran los caballeros medievales.
Por su parte, los culés asienten con calma mientras saborean un café catalán. «No pasa nada», aseguran con ojos de gacela, ya que la Real Federación Española de Fútbol les dio el visto bueno para usar al zaguero. Con la pluma en mano, el jurado barcelonés se prepara para enviar sus cartas tan rápido como un balón cruzando el campo. La seguridad en el Camp Nou es tan alta que ya están pensando en renovar su catálogo de celebraciones para cuando la razón esté de su lado. ¡El culebrón sigue, y el fútbol siempre nos sorprende!