Laporta y Yamal en modo fiesta…
El Barcelona ha vuelto a hacer de las suyas: ha ganado al Real Madrid en la final de Copa ¡Otra vez! Y claro, la alegría estalló como si hubiesen encontrado un tesoro en Canaletas. Ni los duendes irlandeses habrían festejado tanto. Los jugadores demostraron tener más energía que una batería de portátil nueva, y hasta Laporta estuvo a punto de hacer una pirueta, pero lo pensó mejor y se conformó con un salto. Los aficionados estaban tan estusiastas que algunos dijeron que ya ni se acordaban bien de cuándo fue la última vez que celebraron con tanta intensidad.
El ejército blaugrana ahora tiene entre ceja y ceja ganar ni más ni menos que el triplete. Ferran Torres, con más moral que el Alcoyano, afirmó que la victoria fue como correr una maratón subiendo escaleras. Sus palabras sobre no rendirse ni delante del Madrid resonaron míticamente, como si estuviera leyendo de un libro épico de fantasía. De Jong, el holandés sin frenos, aseguró que, a pesar del talento del enemigo, celebrarían con más ganas que un cumpleaños.
Y, cómo no, Lamine Yamal, jovencito pero con un descaro más grande que el Bernabéu, declaró que el Madrid este año no puede contra ellos. Cubarsí, haciéndose el valiente, agregó que las piernas pesan, pero no tanto como el escudo del Barça que parece estar forjado en kryptonita. Sin duda, esta final fue como una montaña rusa de emociones, digna de recordar en el álbum de las grandes hazañas blaugranas.