El Barça enfila el camino a la gloria, ¡o no!…
¡Señoras y señores, preparen sus palomitas porque el Barcelona está a punto de entrar en modo «final del universo»! Cada partido ahora es como una pelea por el último balón en el recreo, y esta vez el rival es el imponente… Mallorca. Sí, amigos, los azulgranas necesitan ganar a toda costa para mantener a raya al Real Madrid y soñar con levantar una Liga en versión «cuando creías que era seguro mirar la tabla».
¡Oh, defensa catastrófica, nuestro cariño incondicional va para ti! El mister Flick anda más preocupado que un delantero sin gol después de que el Celta les regalara un espanto digno de película de terror barata el sábado pasado. ¡Tres goles regalados! Vamos, que ya ni en las fiestas navideñas se reparte tanto. Encima, juntamos la baja del Pichichi Lewandowski, lo que es tan terrible como una nevera sin refrescos en pleno verano. Menos mal que Torres y Olmo están listos para darlo todo en el campo al más puro estilo del Team Rocket.
Mientras tanto, el Mallorca llega con más bajas que un recreo de colegio tras un partido de rugby. Con Muriqi todavía lesionado, el equipo balear sueña con romper el hechizo de Montjuïc como un héroe que busca el tesoro escondido. Arrasate mezclará su pócima táctica, con cambios a granel como si estuviera preparando una paella gigante. Con tal de no repetir la tragedia del 1-5 de la ida, cualquier cosa será buena. ¿Podrán sorprender al Barcelona y salir airosos? Sólo el tiempo (y el árbitro) lo dirán. ¡Que gane el mejor, o el que menos se distraiga!