El Barça podría ser campeón en pantuflas…
La gloriosa batalla de los titanes más perezosa de LaLiga se despliega ante nosotros. Resulta que el Barcelona, tras su victoria épica contra el Real Madrid (y por épica quiero decir «casi lo mismo, pero con más sudor») ha dejado el título de LaLiga prácticamente empaquetado con lazo y regalito. Les basta con ganar un partido de los tres que les quedan, o esperar que el Madrid tropiece antes. Es como si Indiana Jones encontrara el arca perdida desde el sofá.
La tensión se masca en el aire como si fuera chicle de menta caducado, porque si el Madrid no consigue vencer al Mallorca el miércoles, el Barça se coronará campeón sin necesidad de cambiar de canal. Podríamos ver a Messi y compañía coronarse entre sus pantuflas, con una mano en el mando a distancia y otra en el bol de palomitas. ¿Imagináis la llamada del señor Flick? «¡Chicos! ¡Ya somos campeones, pero terminad el capítulo de vuestra serie primero!»
Como si la rivalidad entre el Espanyol y el Barça no fuera lo suficientemente picante, se habla de un posible pasillo al más puro estilo ‘pasillo de la vergüenza’. Pero el Espanyol, probablemente, lo hará con la misma ilusión que alguien recibe la factura del dentista. Y para ponerle la guinda al pastel, los pericos necesitan ganar como quien necesita el aire para respirar, si no quieren despacharse directamente a las profundidades del descenso. Este partido podría ser el final de temporada más hilarante desde que el vecino del quinto pronosticó que se compraba una camiseta del Barça si éramos campeones, y casi casi tiene que tragarse sus palabras.