Lunin y la maldición de las finales…
¡Atención, damas y caballeros! En el mágico mundo del fútbol, hay un hechizo que parece tener a Lunin atrapado: ¡la maldición de las finales! Nuestro héroe ucraniano iba a ser el caballero portero de la Copa, pero su última lesión lo ha dejado más fuera de combate que un personaje de dibujo animado aplastado por un yunque. Mientras tanto, el belga Courtois afila sus guantes listo para otra intervención estelar en La Cartuja. Ancelotti, como un mago indeciso, dejó caer nombres desde su sombrero: Lunin, Courtois, ¡o incluso el joven Fran González, que apenas ha salido del cascarón!
Lunin, nuestro desafortunado aventurero, acumulaba minutos como un hámster sobre su rueda, hasta que la mala fortuna golpeó. El 1 de abril, aunque no fue una broma, sufrió una lesión durante un eléctrico empate 4-4 contra la Real. Desde entonces, ha sido una montaña rusa de emociones: convocado aquí, dejado fuera allá. ¡Un sube y baja más confuso que un mapa del tesoro pirata! Mientras tanto, Courtois descansaba su rodilla igual que un oso polar en hibernación, dejando a Fran González defender los colores blancos en una derrota que los hizo parecer más fantasmas que galácticos.
Es por todo esto que el futuro de Lunin está en el aire como un balón volador en una peli de dibujos. Los aficionados se muerden las uñas hasta la segunda falange, esperando el gran desenlace de ‘Una final en Sevilla’. Será una decisión dura, pero Carlo Ancelotti tendrá que jugar a ser el abuelo que reparte caramelos: equilibrio y sabiduría. Mientras tanto, Lunin sueña con convertirse en un Rocky Balboa de la portería, porque si la cosa sigue así, lo único que verá en la final es el banquillo. ¡Ánimo, Lunin! ¡Alguien tiene que desafiar al destino y robar las portadas de los superhéroes belgas!