El arte de estirar el Fair Play como un chicle…

El Consejo Superior de Deportes (CSD) acaba de hacerle un favor al Barcelona más grande que un sombrero mexicano en pleno día soleado. Resulta que Dani Olmo y Pau Víctor, como buenos protagonistas de una novela de suspense, pueden seguir jugando hasta final de temporada. ¿Por qué suspense? Porque LaLiga casi les dejó como caballeros sin caballo al negar su inscripción. Un fallo que se anunció justo cuando LaLiga estaba más nerviosa que un gato en un desfile de perros y sin la operación del famoso palco VIP que nadie sabe si es mito o leyenda.

El Barça, por su parte, lanzó su recurso como en una partida de póker con Laporta intentando sacar un as de bajo la manga para permitir que sus delanteros luzcan la camiseta con más orgullo que Snoopy con sus gafas de aviador. Argumentaron que eso de no poder inscribir los jugadores dos veces es como obligar a usar un DVD en un mundo de streaming: completamente arcaico. Ahora, Hansi Flick puede respirar hondo, ya que Dani y Pau se calzarán las botas hasta verano.

Sin embargo, la trama de esta telenovela futbolera sigue. El Barcelona tiene que vender sus palcos VIP antes de que se conviertan en criptomonedas. Si no lo consiguen, pasarán de vender palcos a jugadores, lo que supone para Laporta más picor que un intento de vender helados en el Polo Norte. El CSD ha dejado a LaLiga con cara de póker diciendo que todo esto no es problema suyo, sino un lío más grande que un partido de fútbol con tres balones. ¡Nada es fácil en el mundo del balón redondo!