La tragicomedia del Benfica vs. Barcelona…
El Barcelona decidió jugar a lo valiente, o mejor dicho, a lo «menos es más», quedándose con diez jugadores a los 22 minutos. Pau Cubarsí, como si estuviera en una clase teórica de cómo no hacer una entrada, recibió una roja directa por atropellar a Pavlidis al borde del área. Dirías que Araujo y Eric dejaron sus notas de clase en casa y Cubarsí tampoco las leyó.
A pesar de la expulsión, el Barça se calzó las botas de gladiador. Szczesny fue el auténtico héroe con paradas de superhéroe y Raphinha volvió a hacer de las suyas. No sabemos si lleva una capa debajo de esa camiseta, pero su golazo dejó al Barcelona con más ilusión que un niño con su regalo de Navidad. Parece que el portero polaco ya firmó su contrato como titular con tinta indeleble y el club lo mantiene bajo siete llaves.
Mientras tanto, Gavi disfrutaba del partido desde la grada con un resfriado digno de telenovela y Dani Olmo tuvo que dejar el campo antes de tiempo. Flick, asumiendo el papel de director de orquesta, dirigió una sinfonía de cambios acertados, al más puro estilo del encargado de los fuegos artificiales de fin de fiesta. ¡Una noche emocionante para el Barça, como mínimo!