Avaí: el Hogwarts del fútbol brasileño…

¡Atención, mortales del fútbol! Raphinha, ese mago brasileño con piernas de taladro y zapatillas con GPS, está dejando a los aficionados del Barça y del mundo con la boca más abierta que las puertas del Camp Nou. Este zurdo maravilla lleva 57 goles en 54 partidos esta temporada, como si le hubiera robado la varita mágica a Harry Potter. Cataluña ya se prepara para el festejo más grande desde que Gaudí dejó caer una Sagrada Familia, esperando que en 2025 levante La Liga con más estilo que un helado de paella.

Pero antes de ser el Rey Midas del fútbol y convertir cada toque de balón en oro puro, nuestro Houdini del césped pasaba sus días en nada menos que el club Avaí de Florianópolis, también conocida como la Isla de la Magia. Allí, en los vestuarios, Raphinha aprendió a pasar del nivel Pokémon a un Super Saiyan, surgiendo del mar como un Neptuno con botas de fútbol. ¡¿Y qué podemos decir del club?! Han producido deportistas con más talento que un concurso de macarena intergaláctico.

El Avaí no es solo una fábrica de cracks como Raphinha, Gabriel Magalhães, Walace o Arthur Chaves, sino también el espectáculo circense más grande bajo esta carpa llamada mundo futbolero. El Estadio Ressacada tiene más cajas que una fábrica de chicles y ha visto todo, desde los regates de sus leyendas hasta un concierto de Paul McCartney que dejó a medio Brasil cantando «Hey Jude» con acento portugués. Y con héroes locales como Gustavo Kuerten entre la multitud, Avaí entrena más atletas que un gimnasio de crossfit. ¡Esperamos que sigan con su magia, porque el mundo necesita más Raphinhas y menos mortífagos en el césped!