El árbitro que medita con la familia…
Ricardo de Burgos Bengoetxea se ha convertido en la nueva versión de un Jedi del arbitraje en España. Cual Yoda moderno, se ha aislado con su familia para preparar la final de la Copa en La Cartuja. Su plan es tan discreto que, en realidad, quiere ser el ninja del partido, aunque lleve un silbato del tamaño de un micrófono de karaoke. Así que, mientras todos se preparan para el clásico entre el Real Madrid y el Barcelona, él se ha relajado como un maestro zen, posicionándose a medio camino entre el clamor del estadio y la tranquilidad de un balneario secreto.
Y es que, según él, un árbitro no solo necesita estar en forma, sino también conocer todos los trucos posibles, como un mago de Hogwarts que se anticipa a las jugadas truculentas. No hay rumor sobre el arbitraje que logre inmiscuirse en su mente impenetrable. Todo bajo el amparo de su familia, equivalente a su Consejo de Sabios en esta épica gesta futbolística. De Burgos Bengoetxea tiene diez temporadas pitando en Primera División, y ha demostrado tantas veces estar en el ojo del huracán, que ya recoge puntos de experiencia como si coleccionara cromos de Panini.
Por si fuera poco, este no es su primer rodeo con los galácticos del balón. Ha dirigido ya dos finales entre los gigantes del fútbol, con más suspense que las novelas de Agatha Christie. ¿Su superpoder? Ser amable y dialogante, como si llevara consigo una taza de café para charlar con los jugadores en pleno partido. No importa lo que le aconsejen, sus secretos del arbitraje son legendarios, casi tanto como el día en que precisó revelar la tarjeta roja a Cristiano Ronaldo. Prepárate para el espectáculo, porque este árbitro va a deleitar a La Cartuja con su arte. ¡Que empiece la función!