Suplente sorpresivo por un estómago rebelde…

Frenkie de Jong estaba listo para desplegar su magia contra el Atlético de Madrid, pero la gastroenteritis decidió que su actuación sería en otro escenario… ¡el baño! En una primera versión de la alineación, lo veíamos tímidamente sentado en el banquillo, pero su experiencia actoral se limitó a ser un simple espectador.

El Barça, muy serio, cambió apresuradamente el guion: ¡otra convocatoria! Frenkie ni siquiera asomó la nariz y en su lugar entra Marc Casadó. Flick, siempre astuto y con una niebla de misterio a su alrededor, confiaba en Cassadó para aportar su frescura al doble pivote junto a Pedri, el chico de oro del Barça.

El once culé contra la banda de Simeone finalmente dejó a Szczesny, Koundé y compañía a cargo del espectáculo. Mientras, Marc Casadó demostró su talento en el Metropolitano. De Jong, aunque afianzado como protagonista en los choques europeos y coperos, tuvo que resignarse a que el estómago le jugara una mala pasada. ¡Eso sí, nada que una buena sopa de ajo no pueda solucionar para el próximo partido!