Amigos, amigos… ¡negocios aparte!…

Deco, el gran orquestador de fichajes del Barça, nos ha compartido su última reflexión sobre la vida, el universo y todo lo demás, es decir, los fichajes de amigos… ¡perdón, digo, jugadores! Resulta que en el Barça, a falta de rosas, nos traen a Nico Williams porque no es solo un amiguito del alma de Lamine Yamal. «Aquí no tenemos una tarjeta de amigo, más bien tenemos un club de coleccionistas de trofeos», soltó Deco mientras lanzaba dardos… figurados, claro. Vamos, que si quieres entrar al equipo, mejor que traigas contigo un par de trofeos – ¡y no de balonmanos amistosos!

Además, los matemáticos de la oficina de fichaje han estado alineando los astros desde hace tiempo, y parece que el panorama ha cambiado. Aunque Nico era como el actor secundario de un drama la temporada pasada, ahora le quieren con todas las ansias del mundo futbolístico. «Este verano sí que lo vamos a intentar, ¡como niños en un parque en busca de chuches!», dice Deco mientras se pone las gafas de sol pensando en Joan García, que se suma a la plantilla de porteros de la cantera galáctica del Barça para ser el próximo Alisson del universo paralelo culé.

Pero ojo, que Deco también se ha convertido en el Mago Calleja de la planificación futbolística – ¡nada de drama por el relevo de Lewandowski! Con Ferran y Olmo listos para transformarse en goleadores ninja y un excedente de centrales digno de un puesto de mercado de talento futbolístico, Deco tiene más escenarios alternativos que episodios una telenovela. Mientras el entrenador se toma un mojito en Formentera, uno se imagina a Deco dirigiendo los fichajes con una bata de alquimista y una bola de cristal. ¿Quién necesita a Nostradamus cuando puedes tener a Deco, verdad?