Un partido digno de alfombra roja…

El bueno de Denzel Dumfries nació con nombre de estrella de Hollywood, y sus padres seguro esperaban verlo algún día recogiendo un Oscar en un traje deslumbrante. Lo que no imaginaron es que ese Oscar sería el de ‘Mejor Jugador del Partido’, ¡nada menos que en un emocionante 3-3 ante el Barcelona! Este neerlandés de nombre cinematográfico apareció en el guion del Inter como un actor principal cuando menos se lo esperaban, ¡tras setenta y cinco días en el banquillo! ¡La lesión fue más larga que una de esas eternas premiaciones de premios de música! Pero ahí estaba, marcando goles como si fueran premios de consolación en una tómbola.

Dumfries no solo reapareció, sino que lo hizo haciendo malabares con los goles, escapando como un ninja de los marcajes de los barcelonistas. «Juégale con el corazón», dijo mientras firmaba autógrafos. Y cómo no iban a escucharle, ¡si hasta el mismísimo Lamine Yamal parecía estar pensando en cómo pedirle un autógrafo tras el partido! Decidió quitarle el trono de MVP, demostrando que Hollywood puede ser una cantera perfecta para futbolistas hiperactivos.

Ese hombre que comenzó en el Smitshoek tiene ahora fans que piensan que su destino podría ser jugar en el Real Madrid. ¡Bryan Roy predijo su futuro como una bola de cristal andante! Así que, entre decir «yo metí un gol en Barendrecht» y coronarse en la Champions League, Denzel Dumfries ha recorrido el camino del héroe clásico, pero sin capa. ¡Qué nadie se asuste si le ven entrar al campo un día con gafas de sol y pajarita! Ah, y un consejo a los defensas: vayan comprando un gps para la vuelta en San Siro—Dumfries está preparado para ser la mejor versión de Denzel Washington, en modo Champions League.