La locura del streamer madridista…

Era el día perfecto para que los batidos de cacao se convirtieran en vino espumoso para los del Barça, pero, ¡ay amigo, qué va! El Inter de Milán tuvo otros planes, escritos con un balón y un marcador de texto fluorescente. Los culés, como quien dice «A la tercera va la vencida», llegaron dispuestos a resucitar la gloria perdida, pero encontraron una muralla lombarda del tamaño de un estadio de fútbol lleno de pizzas margarita.

Sobre el tapete verde del Giuseppe Meazza, DjMaRiiO pasaba de la euforia a la desesperación tan rápido que debería conseguir un patrocinio con fabricantes de rodilleras. El primer gol del Inter casi le hace dejar el callo en el suelo con tantas celebraciones. ¡Hasta tenía la camiseta del Inter colgada en la puerta, como una pieza de arte moderno! Pero no contaba con que Eric García, cual delantero implacable, sacaría un misil teledirigido desde el bolsillo para desesperación del streamer.

Todo cambió con el tercer acto. Cuando los espectadores ya rezaban a los dioses del balón para evitar un infarto, Dumfries y Acerbi se coordinaron cual dúo dinámico para dejar boquiabierto, de nuevo, a DjMaRiiO. Como si de un mago se tratara, sacó de su armario la camiseta interista, reverenciando cual súbdito a su rey futbolero. Un final de infarto que acabó en éxtasis para uno y pesadilla para otros.