¡Deco descubre el elixir del rejuvenecimiento!…

Deco, más astuto que un lince con GPS, ha roto todos los esquemas. Su estrategia este año ha sido tan impredecible como un penalti de Panenka. Se ha dedicado a renovar jugadores como si estuviera coleccionando cromos dorados de futbolistas. El resultado es más brillante que las zapatillas de Cristiano: muy pocas adquisiciones y un plantel que brilla más que una chaqueta de lentejuelas en una pista de baile.

Con Deco al mando, el Barça se ríe en la cara de todos los pronósticos. Acumula títulos como quien acumula postales de vacaciones. La plantilla es más codiciada que el balón firmado por Messi. Y oye, eso de llegar a las semifinales de la Champions no es algo que se logre cada día. ¡Si esto sigue así, hasta el Camp Nou va a necesitar un sombrero más grande para hacerse sombra de tanta estrella renovada!

El valor de mercado del Barça ha subido más rápido que el humo de una barbacoa en domingo. Gracias al ‘Flick-efecto’, han encontrado la fuente de la riqueza futbolística, tan valiosa que ni los tesoros del Caribe pueden compararse. Allí donde otros buscan fichajes, el Barça está creando su propio universo de estrellas renovadas. Pronto necesitarán gafas de sol solo para ver sus camisetas brillar en el campo.