El joven cumpleañero que mueve montañas…
Cuántos llegaron a los 18 con una pandilla de seguidores detrás, ¿verdad? Pues que Lamine Yamal levante la mano, porque este chico no fue a por el carnet de conducir sino que se llevó la piscina de pelotas de récords. El Barça, desde el amanecer cual zombi futbolero en busca de café, inició el día con un sinsentido total de felicitaciones para el crío. Pero uno no espera menos de un club que seguramente haga más retoques de Photoshop a fotos de cumpleaños que a fotos de transferencias.
Viendo cómo el Barça recuerda todos sus logros, uno pensaría que Lamine tiene en casa más trofeos que pantalones. ¡Y todavía no puede ni votar! En una entrevista sacada del baúl de los recuerdos, el joven aspirante a Superman culé objeta que sólo quiere otra Champions y un Mundial, porque eso de esperar y pasárselo bomba con los amigos queda para los demás. Si el estudiante promedio quiere aprobar matemáticas, él quiere la Copa del Mundo. Ambición, igual que ese tío que intenta explicarte lo que es el fuera de juego en la cena de Navidad.
Y nada mejor para completar su día que un chequeo en la Ciudad Deportiva. ¡Pobre Yamal! Ni en su cumpleaños escapa de las pruebas médicas. Aun así, se paseó con dignidad y un jersey lila que levanta envidias. Luce tan flamante como la posibilidad de que le den el dorsal 10, porque claro, no hay mejor forma de decir «felices 18» que dándole el número mágico. Todo hace hincapié en que será una temporada para enmarcar, con un Mundial y más récords en su lista de deseos. Así que agárrate al asiento, porque el tren Lamine ya avisa a toda máquina.