La fiesta de Flick tras vencer al Madrid…
Flick estaba más feliz que un pingüino en una piscina tropical tras conseguir otro trofeo con el Barça. Imaginen ganar su segundo título de la temporada metiéndole un gol a tu archienemigo desde el patio trasero… eso es lo que el Barcelona le hizo al Real Madrid. Con la Champions y la Liga aún en el horizonte, Flick está tan animado que podrían darle un premio por motivación. «Estoy más orgulloso que un gallo con medias nuevas. Mis chicos son una pasada, nunca sueltan el hueso, lo que demuestra que siempre están listos para la fiesta en el campo», añadió.
El técnico está tan encantado que se le podría ver bailando la Macarena en el área técnica. «La celebración fue tan loca que pensé que estábamos en un videoclip de los ochenta. Koundé hizo un trabajo espectacular, deteniendo a los merengues como si tuviera manos de imán. Su gol fue un espectáculo de luces y niebla artificial», confesó Flick mientras sonreía como un niño con un helado gigante. La transformación del Barça es como convertir al Pato Donald en un príncipe, y según Flick, todo se debe a un ambiente de trabajo más festivo que una calçotada catalana.
Al aceptar el trabajo, Flick sabía que estaba entrando en una máquina de locura futbolística, pero parece que se sintió como en casa desde el minuto uno. En palabras del propio técnico: «El ambiente es tan cálido que podrías hacer palomitas de maíz. El entusiasmo en el club ha saltado de Sevilla a Múnich, y como si fueran el Equipo A, estamos listos para ganar más y más batallas. Ni siquiera el empeño de Cubarsí con sus 18 añitos parece un chiste. Y eso que la gente piensa que los jóvenes solo saben bailar TikTok».