Culés tiran de trucos diplomáticos para el regreso exprés…
Lo que se perfilaba como una tragedia futbolística para el Barça, parece que terminará con un final menos dramático. El juez de la Liga decidió que el partido contra Osasuna será el 27 de marzo, dejando al Barça en jaque, ya que los jugadores iban a llegar a la cita más cansados que una siesta interrumpida. Sin embargo, con un toque de magia culé y la simpatía de las federaciones, la cosa pinta mejor.
Para empezar, la RFEF hizo un acto generoso permitiendo que Pau Cubarsí regresara al nido antes de tiempo para que su tobillo tibioperoneal, que suena más a alienígena que a lesión, pueda recuperarse entre masajes y paellas. Mientras tanto, sus compañeros Fermín López, Pablo Torre y Gerard Martín se salvaron del temido duelo sub 21 contra Alemania y estarán preparadísimos para enfrentar a los rojillos.
En el campamento culé, Flick está feliz porque el lunes tendrá a Pedri y compañía listos, mientras Lewandowski promete reportarse el martes. Sin embargo, algo se cuece con los sudamericanos, Araújo y Raphinha. Con la esperanza de un viaje transoceánico en jet privado que más bien parece un viaje de lujo, el Barça hace malabares para que todos estén sobre el césped en un tiempo récord. ¡Que tiemble Osasuna!