¿Copa o decepción? La encrucijada blaugrana…

El Barça está como el estudiante que se pasó todo el curso jugando a la play y ahora quiere aprobar todo en junio. Tras quedarse fuera de la final de Múnich porque un tal Acerbi decidió hacer lo mismo que Super Mario con el martillo –¡destrozar todos los sueños!–, ahora al Barça le toca medirse con ese equipo llamado Real Madrid en lo que podría ser el Clásico del Siglo, o como lo llaman en Catalonia: la gran evasión culé.

El FC Barcelona está a un partido de que LaLiga diga “olé” o “olé olé y olé”. Si ganan, la diferencia con el Madrid será como la de un helado de fresa frente a uno de limón: notable. Claro que el Barça tendrá que encontrar un reemplazo después de que Koundé se de vacaciones forzadas. Con un poco de suerte, igual llaman a Messi de última hora para jugar de defensa. Total, cosas más raras se han visto, como el Inter de Milán siendo la pesadilla culé en el Meazza.

Mientras tanto, en la Casa Blanca, el Madrid se afila los colmillos como si fueran Drácula dispuesto a chupar sangre azulgrana, eso sí, con estilo Merengue. ‘No creo que nos afecte’, dice Araujo. Claro, y yo no me como una bolsa entera de patatas cuando abro una. Pero así es el mundo del fútbol: lleno de sorpresas. A ver si los blaugranas pueden sacarse un conejo (o un título) de la chistera este domingo.