Una sinfonía de goles en Nyon…
¡Madre mía, señores y señoras! El Barça ha afinado su orquesta futbolística y convertido a sus juveniles en los Mozart del césped. Menos de 48 horas después de ganar la Copa del Rey, nuestros prodigios estaban en Nyon demostrando que su cantera no solo brilla, ¡sino que deslumbra! Así, como quien no quiere la cosa, los azulgranas se llevaron su tercer trofeo de la Youth League, la Champions juvenil. Imaginaos una fiesta de globos llena de goles, y ya sabéis lo que ocurrió con el Trabzonspor que aguantó el chaparrón futbolístico como un paraguas en día de huracán. ¡Con apenas 20 minutos ya cantábamos victoria!
Por supuesto, ¿cómo íbamos a olvidar a Diarra? Este joven es más escurridizo que un jabón bajo la ducha. Se marcó dos golazos y puso al portero Çolak en modo «¡¿dónde-ando?!». El pobre guardameta parecía haberse tragado una brújula rota, no sabía ni dónde estaba. Luego, el increíble Cuenca, que apareció cual mago del córner para meter el segundo. Si Yilmaz soñaba con empatar, Alba lo despertó de un cabezazo que dejó a todo el Trabzonspor con la boca abierta. La defensa azulgrana estaba más firme que un tazón de gelatina olvidado en el congelador.
Y, claro, con el Trabzonspor derretido como un helado al sol, el Barça optó por amarrar el partido en un extasiado fútbol control. Y, como una cerecita en el pastel, el gran Diarra puso la guinda al partido logrando el cuarto. Imagina que eres un tiburón y te tiran en una piscina llena de robots jugadores, eso fue para él: ¡un festín! Así, el equipo turco maquilló el marcador al final, ¡para al menos tener una foto de recuerdo! El Barça dejó Nyon como los reyes absolutos de la Youth League. Aplausos, silbidos y vítores: ¡el Barça ha llegado y nunca se ha ido!