El fichaje de Nico: una comedia de enredos Baviera-Cataluña…

Se ha desatado una lucha titánica en el mundo del fútbol, como si de un duelo medieval entre un dragón bávaro y un caballero catalán se tratase. El Bayern de Múnich, club que ya sabemos que ficha más que el abuelito compra pastillas para la garganta, ha posado su mirada en Nico Williams. Eso sí, en el Barcelona están más tranquilos que un gato en una tienda de almohadas, asegurando que el destino del joven crack está escrito en los libros blaugranas.

Dicen por Alemania que Max Eberl salió del Mundial de Clubes como si fuera un superhéroe de Marvel, rompiendo con las reuniones importantes para lanzarse a planificar en secreto con Hoeness y Rummenigge un ataque sorpresa por Nico. Pero en el Barça, bromean diciendo que el máximo esfuerzo del Bayern parece más un chiste de esos de «toc, toc» que una verdadera amenaza. Para relajar más la cosa, Christopher Freund, guardián de los secretos bávaros, ha asegurado en DAZN que no tienen intenciones de alardear con otros rumores de mercado, dejando con la intriga a más de uno.

Mientras tanto, el propio Nico se ha reunido con Deco, como si fuera un episodio de «Amigos con Derecho a Sueños Futbolísticos» y, con la tierra catalana esperándolo con una camiseta azul y roja, parece que su intención es bailar el próximo clásico sobre el verde césped culé. Con la directiva de Athletic cerrando la puerta a cualquier intento de huyo, o pagas 58 millones, o mejor vete a fichar a otro, el Barça mantiene su calma legendaria, sabiendo que en este vodevil de fichajes, tienen todas las cartas para ganar.