Fiesta, títulos y obras interminables…

¡Vaya despedida montaron los culés en Montjuïc! Fue tan apoteósica que solo les faltó contratar a los Rolling Stones para darle más rock and roll al asunto. Barcelona, con más copas que una boda gitana, dijo adiós al estadio olímpico cual estrella de cine que se retira, pero con la promesa de volver para la secuela… en un Spotify Camp Nou recién tuneado.

Dicen que cuando el Barça se va, lo hace a lo grande (y con menos sillas que IKEA). Con un título más que hace dos años, los de Hansi Flick desplegaron más banderas que un desfile del Día de la Hispanidad. Pero ojo, que en el nuevo Spotify Camp Nou, como en las películas de acción, aún habrá polvo en el aire, porque las obras parecen durar más que el método Stanislavski.

Montjuïc ha sido el escenario de más dramas y comedias que una telenovela venezolana. En solo dos años, el Barça protagonizó victorias épicas, derrotas inesperadas y hasta un conato de telenovela con Xavi diciendo ‘hasta luego, cocodrilo’. Pero la vida sigue, y el nuevo entrenador promete más emociones para una afición que no se cansa de gritar «¡Visca el Barça!».