Montjuic: el estadio que da más pereza que el lunes…
Si la UEFA pensó que colocar al Barça a las 18:45 era buena idea, le damos un aplauso por su optimismo. El espectáculo estaba listo y el equipo de Hansi Flick, como un chef de estrella Michelin, preparaba su banquete futbolístico contra el Benfica. Pero ni el aroma a goles alcanzaba para llenar Montjuic, un estadio que, por desgracia, ni regalando bufandas de Messi Junior se logra abarrotar.
El drama no es que no haya afición, es que hasta los niños tienen toque de queda. Para el aficionado promedio, salir del trabajo y llegar a Montjuic parece misión imposible. Escalar esas cuestas tras un día de curro es más duro que explicar la teoría de relatividad a un gato. Eso sí, el equipo sigue siendo una delicia, con actuaciones tan impredecibles como un capítulo de su serie favorita, alternando entre goleadas heroicas y sustos terroríficos.
El misterio de Montjuic sigue sin resolver. Ni Diógenes podría ordenar la situación. Mientras el Barça sigue liderando y Europa vibra con su juego, los culés prefieren verlos desde el sofá bien mullido. ¡Ay, Montjuic! Un templo que da más miedo que un pie en calcetines en un charco, y un Barça que no entiende por qué sus hazañas no reúnen multitudes. El amor virtual sigue, pero ¿dónde quedó el presencial? ¡Un misterio futbolístico digno de Sherlock!