Inzaghi y su maleta de trucos mágicos…
¡El universo del fútbol nos sigue sorprendiendo! Es que el Barça, con tantos autogoles (figurados) encima que ya parecen expertos en escupir para arriba, se encontró otra vez en el centro de la escena gracias al mago del balón, Simone Inzaghi. Esa sensación de querer mantener el balón pero sin recordar dónde se lo han dejado, pareció llevarlos a caminar por una cuerda floja… ¡sobre un trampolín lleno de tachuelas!
El pobre Dani Olmo, atrapado en un sueño profundo con un balón suave cual almohada, fue sorprendido por una ráfaga apodada Dimarco. Este último, como un ninja invisible del Calcetto, se llevó el balón con una agilidad que ni el mismísimo Indiana Jones. ¡Y zas! En un abrir y cerrar de ojos, se lo cedió a Thuram, que actuaba como si tuviera ojos por todos lados, encontrando a Lautaro para sellar el 1-0 con la precisión de un reloj suizo en llamas.
Así que en vez de ser los titanes del tablero, ¡los culés acabaron como peones en su propio juego de ajedrez! Uno de esos giros inesperados en los que parece que todo el camp Nou está filmando una comedia de enredos. Ahora, solo queda esperar que Flick se ponga la capa de superhéroe y cambie el guión para la próxima jornada. ¡Todo puede pasar en este teatro del Balón! 🍿⚽