Dos centrales y un tobillo en acción…

En la era moderna del fútbol, el Barcelona y Hansi Flick están más nerviosos que un gato en una tienda de cristales. Mientras sus jugadores pasean por las competiciones internacionales, el club y Flick observan con el corazón en un puño, especialmente por el choque contra Osasuna reprogramado para el jueves 27. Entre calendarios locos y lesiones, los barceloneses parecen navegar entre un mar de incertidumbres.

Pau Cubarsí, joven estrella de la zaga, tropezó con el exprés azulgrana Memphis Depay y ahora lleva un esguince de tobillo como trofeo. Aunque se espera que Pau esté listo para el segundo cruce de cuartos de la Nations League, la zona lumbar baja de más de un culé sufre en cada jugada. Su ausencia será un dolor para el Barça, que también cuenta las bajas de Iñigo Martínez y Andreas Christensen en su baño de lágrimas.

El icónico central uruguayo Ronald Araujo también tiene a Flick en despliegue de emojis de preocupación. Hansi, alma valerosa, debe mantener firmes las riendas mientras sus opciones defensivas como Eric García, Gerard Martín y incluso Jules Koundé realizan malabares para hilar competitividad y resistencia. Ni Flick ni el Barça disfrutan de un parón internacional tranquilo. Apenas un suspiro antes del próximo escándalo futbolístico.