Necesitan un milagro blanco para evitarlo…

Amigos del balompié, ¡agárrense a sus butacas! El Barcelona, en una operación digna de un atraco al tren del oro, ha dejado al Real Madrid con cara de haber perdido el último trozo de pizza en la fiesta. Con una victoria de película de acción en El Clásico de Montjuïc, los culés gozan ahora de una ventaja de siete puntos que resulta más insalvable que un portero olvidando cómo usar las manos. Con tres jornadas por disputar, el título huele a tinta fresca en la pluma azulgrana.

¡Pero atención! Que los de Hansi Flick no canten victoria todavía. Necesitan ganar un solo partidito más o empatar dos, lo cual suena más fácil que encontrar arena en la playa. Y si logran ese triunfo vestiditos de gala ante el Espanyol, el Barça podría estar haciendo el paso de la victoria ante el Sevilla mientras el Real Madrid aún estudia instrucciones para armar un mueble sueco. Esto no es épico, es un festival de fuegos artificiales blaugranas.

Los galácticos del Real Madrid, por su parte, se enfrentan a la tarea de ganar como si de encontrar un billete de 500 euros en el sofá se tratara. Sin embargo, necesitan además que el Barça se olvide por completo de cómo sumar puntos. ¡Una remontada blanca pintada en el lienzo de la ilusión! Si el Madrid tropieza ante el Mallorca y el Barça sigue su (ballena azul) surf perfecta, los blaugranas serán los nuevos chulos del barrio futbolero. Así que, madridistas, a cruzar los dedos, y que el balón redondo los acompañe.