¿Calentón o comedia de enredos?…
¡Paren las rotativas, que se nos incendia el plató! José Luis Sánchez y Toni Freixa se marcaban un duelo de espadas verbales en El Chiringuito, que ni los mosqueteros de D’Artagnan podrían igualar. Este no fue un simple intercambio de palabras, oiga, fue un «calentón histórico» digno de un guion perdido de Shakespeare, donde las sillas tambalean y los micrófonos temen por su vida. ¡Viva el teatro deportivo!
Todo comenzó cuando el excandidato a la presidencia del mítico Barcelona, Toni Freixa, quiso expresar lo orgulloso que se siente el barcelonismo. Pero antes de que el pobre hombre pudiera terminar su frase, José Luis «El Terremoto» Sánchez interrumpió como un árbitro con silbato nuevo, diciéndole que no podía hablar en nombre del Barça porque en las elecciones había sacado menos votos que un cactus en un concurso de popularidad.
Freixa, con la paciencia de un santo pero el arsenal de un guerrero, intentó seguir: «Agradecería que me dejes hablar…», lo que es un poco como pedirle al viento que no sople. Finalmente, contraatacó diciendo que escuchar a interrumpidores profesionales no era el mejor espectáculo. Entre empujones verbales y patadas dialécticas, solo faltaron las palomitas para completar la velada. ¡Un partido vibrante, señores!