Aplastante derrota blaugrana en Alemania…

¡Ay, qué golpetazo! El Barça, que llevaba 24 partidos bailando sobre las nubes como si de un concurso de zumba se tratase, tropezó con un cubo de agua helada en Dortmund. La malvada varita alemana transformó la noche mágica de los azulgranas en un calabacín rechoncho. Pero que nadie llore todavía, porque el 4-0 de la ida en Montjuïc actúa como flotador para los blaugranas, asegurándoles un lugar en las semifinales de Champions. Gracias, protector figurado. ¡Más grande que el de seguridad de una discoteca un sábado por la noche!

Desde que el Atlético de Madrid le dio una colleja a los culés el 21 de diciembre, habían estado paseándose por Europa y España como el gallo del corral. 12 LaLiga, 5 Champions, 5 Copa del Rey y hasta 2 Supercopa de España… ¡todo sin un rasguño, como si llevaran la armadura de Iron Man! Pero claro, el glamour se terminó en el Signal Iduna Park, que ahora se jacta de ser el agua que apaga al dragón blaugrana. Pero tranquilos, están en semifinales y Ronald Araujo tan campante dice: «Tranquilos, ¡que todavía queda cuerda!»

Ah, Szczesny. El gigante polaco, con la misma tranquilidad de un oso panda en una siesta de bambú, casi bate el récord de imbatibilidad. Con sólo saltar a la cancha ya aseguraba más migas limpias que un robot aspirador. Pero el Borussia, travieso como siempre, le arrebató la escoba justo a tiempo. Szczesny, no te preocupes, ¡tú sigue guardando cajas de aspirinas para las semifinales! Seguro que ahí das más vueltas que un trompo en una pista de hielo resbaladiza. En fin, hasta la próxima locura blaugrana.