¡Un partido en la cancha… del CSD!…

En pleno desierto de declaraciones, como si estuviéramos asistiendo al Clásico más tenso de la historia, Javier Tebas, el todo poderoso de LaLiga, sacó su varita de palabras (alias, su cuenta de X) y lanzó un hechizo directo al comentario del presidente del CSD: «¿Y quién le dio el pase a Dani Olmo, eh?» Sin falta de orquesta musical y con más vueltas que un pase de baile de Iniesta, insinuó que el CSD podría estar más perdido que un árbitro sin silbato en un concierto de rock.

Con su mensaje digno de una novela de misterio futbolístico, Tebas nos llevó de paseo por fechas y contratos, como quien escudriña las crónicas antiguas de un partido épico. «El 31 de diciembre, señores, no es cualquier día, sino el día D». El mismísimo FC Barcelona, cual intrépido Quijote del fútbol, tuvo que acudir a los tribunales porque pensaba que las licencias de Dani Olmo y Pau Víctor estaban más caducadas que una lata de sardinas de otro siglo.

Al final, el embrollo es digno de un culebrón de aquellos que te dejan sin aliento tras cada episodio, y como diría un entrenador en una rueda de prensa: «Lo que aquí pasa no es un problema de armonías legales, sino de quién tiene la varita mágica de las licencias». Mientras tanto, Olmo sigue pateando el balón, seguramente pensando que, al final del día, el fútbol es tan impredecible como un penalti a lo Panenka.