Jorge Mendes aterriza en plan estrella del rock…

El siempre legendario Jorge Mendes ha vuelto a aterrizar en Barcelona como si fuera un meteorito de oro puro. Su misión, digna de una peli de espías, es resolver la trama futbolística de Lamine Yamal y Ansu Fati. Al entrañable Lamine le toca renovar contrato antes de que empiece a celebrarlo como si fuera una fiesta de cumpleavos, porque, vamos, nadie quiere que se quede sin pastel por culpa de un papelito. Parece que ya todos en el Barça le están haciendo ojitos para que firme, pero esa pluma se les resiste más que niño travieso en el recreo.

Ansu Fati, nuestro bienquerido Messi Junior, está en un embrollo distinto. Juega menos que una estatua y su salida del club se perfila entre el drama de una novela turca. ¡Sí, señores! Equipos tan aristocráticos como el Mónaco o de trajes azules como Chelsea se le están rifando como si fuera un peón en un tablero de ajedrez dorado. Lo más curioso es que todos involucrados quieren decidir su destino más rápido que un saque de banda.

Y cómo olvidar mencionar la pasarela en la Ciudad Deportiva, donde otros jugadores fueron a discutir su futuro. Szczesny, Christensen, y otros ilustres futbolistas fueron avistados con la seriedad de quien elige helado en verano. Todo bajo la atenta supervisión de Hansi Flick, vigilando que todo vaya tan recto como una fila en el almuerzo del colegio. Parece que la visita de Mendes era el evento más esperado después del carnaval.