Arbitraje más confuso que un Rubik sin colores…
El superhéroe del silbato y azote de los árbitros, Xavier Estrada Fernández, ha vuelto a sacar sus poderes críticos. Esta vez, la víctima fue un audio del VAR que parecía más un trabalenguas que un consejo útil durante el partido entre el Barcelona y el Girona. Cuenta la leyenda que el árbitro Pulido Santana pitó una falta digna de una telenovela al borde del área, pero luego se convirtió en el fantasma de las dudas al recular como si se enfrentara a una horda de zombis futboleros. El VAR, cual oráculo en la cueva, le invitó a mirar la imagen, alcanzando niveles épicos de confusión sobre si era fuera o dentro del área.
Es aquí cuando Estrada Fernández, con la pasión de un hincha al que le han anulado un gol por fuera de juego, lanzó un tuit con más emociones que una final de Champions: «Surrealista, increíble, negligente, preocupante». Podría haber sido el tráiler de una película dramática, pero no, era su crítica contundente a este enredo burocrático-deportivo que haría sudar hasta las carpetas de los directivos.
Pero la verdadera pregunta es: ¿quién prepara estos clips del VAR? ¿Acaso los editan ninjas audiovisuales que buscan ocultar la verdadera saga que se desarrolla en la cabina tecnológica? Estrada Fernández nos deja con más incógnitas que un capítulo de culebrón, plasmando en redes su duda existencial sobre si el sonido del VAR ha sido editado o simplemente es un eco desorientado en el espacio. Nada mejor que un buen escándalo para que todos despertemos de nuestro sueño futbolero.