El Madrid y sus clases de ‘cómo no defender’…

Carlo Ancelotti, ese hombre con más lecciones que un libro de texto, ha aprendido la moraleja del fútbol: ‘Defiende que algo ganaremos’. Pero nada, el Madrid parece decidido a crear una nueva versión del mítico ‘El Aprendiz’, cometiendo una y otra vez los mismos errores en los clásicos, como si buscaran el récord Guinness de reincidencia futbolística. Los 0-4 y 2-5 son cifras que podrían pasar por el PIN de mi abuela, pero no, son los últimos fiascos galácticos. ¿Alguien dijo septete? Pues mejor que los blancos se hagan un bocata de paciencia.

En Yeda, los merengues aterrizan como quien va a un concierto de rock sin saber con qué banda ha comprado la entrada. Ancelotti se ha convertido en el gurú del equilibrio inexistente, ¿y el Barça? Pues el Barça ha ido preparando un guion digno de una película épica: ‘Cómo ser favorito fuera de casa y parecer los héroes de siempre’. El Madrid se enfrenta a una incógnita digna del enigma del Sphinx: reforzar su centro o arriesgar como si no hubiera mañana. ¿Modric y Ceballos como protagonistas? Pues esto suena a una peli de aventuras deportivas.

Sin Joselu para rematar centros como quien asegura un gol con una palmadita, el Madrid necesitará algo más que una varita mágica. ‘El equilibrio es más un mito que realidad, chaval’ dice Ancelotti mientras busca el santo grial del fútbol en la defensa. Con un defensa que dejó a Lewandowski con ganas de pedir su entrada para el circo, Tchouaméni y Camavinga no se quedaron atrás regalando momentos de suspense en cada movimiento. Entre gili-córners y contraataques letales, el plan es simple: cerrar filas antes de convertirse en un club de comedia. Quién sabe, puede que el próximo galactico sea un mago del balón con casco y guantes de portero.