Los azulgranas empiezan a practicar ballet…

El Barça decidió celebrar su victoria al estilo Broadway, pero a la catalana, con un saltito coreografiado que ni en las películas de Step Up. Los culés no solo ganaron un partido, sino que parecían haber encontrado el Arca de la Alianza futbolística, o quizás un par de unicornios en el camino. El marcador de 4-3 fue solo la guinda del pastel para demostrar quién manda, como cuando tu madre te dice que te comas las verduras.

Al sonar el pitido final, la afición y jugadores se fusionaron en una pieza digna de un musical, porque qué mejor manera de celebrar que saltando y tarareando de manera única y compartida. Jugadores como Lamine, Gavi, Ferran y hasta el mismísimo Fermín participaron en un cántico dedicado al eterno rival, del que seguro que ni los oídos del mismísimo Beethoven se pudieron abstraer. Todos a una, como si se tratara de la nueva coreografía del «Madridista qui no boti», un canto muy propio del Camp Nou al estilo flashmob en pleno Raval.

Y claro, el detalle jugoso es que mientras Madrid siente que el suelo tiembla, en Barcelona se proponen abrir una nueva escuela de saltos a lo «trampolín futbolístico». Las carcajadas azulgranas, afirman nuestras fuentes cómicas, se escucharon hasta en Marte. Que se preparen los marcianos: el Barça en modo musical ha comenzado y parece que va para largo. La Liga, el campeonato y ahora… ¿los premios Tony a la mejor actuación coral?