El cumpleaños que se volvió investigación…

Lamine Yamal, la joven promesa del fútbol que hasta ahora solo había dejado atónitos a sus rivales en el campo, ha dado un giro dramático en su trama personal. Resulta que sus 18 años trajeron todo un carnaval de enanos, pero no como los de Blancanieves, sino como esos que te llevan a tribunales. Al parecer, su fiesta terminó recibiendo más atención que un partido de Champions en el tiempo extra, pero no por las razones correctas.

El Ministerio de Derechos Sociales está ahora tan ocupado que no le queda tiempo para jugar al Tetris en la oficina, todo gracias a Yamal. Jesús Martín, el hombre orquesta del asunto, ha tocado la campanita de alarma diciendo que ningún futbolista, ni siquiera uno que tenga más seguidores que Pikachu, puede actuar como si estuviera en un mundo donde la ley es opcional. ¡Hasta Quevedo y Bizarrap estarían impresionados con el drama!

Mientras tanto, la Asociación de Personas con Acondroplasia ha levantado las espadas legales, jurando proteger la dignidad como si fueran los mismísimos Caballeros del Zodiaco. En su firme comunicado, han dejado claro que esta saga no es solo una cuestión de normas, sino un llamado a los valores éticos, esos que a veces parecen haber salido a por churros y no vuelto. ¡Que comience la batalla épica en los juzgados, señores!