Gonzalo Miró, más preocupado que un árbitro en el VAR…

¡Ay, estos jóvenes modernos y sus fiestas de cumpleaños que parecen más una película de James Bond que una celebración normal! Gonzalo Miró, el eterno preocupado y fan del Atlético de Madrid, se siente más nervioso que un portero en tanda de penaltis con el rumbo que puede tomar la carrera del cohete catalán, Lamine Yamal. «¿Tendrá la cabeza donde debe o se perderá en el laberinto del desmadre?» se pregunta entre ojos llorosos y análisis futbolísticos.

Y es que la fiesta de Lamine parecía más una misión secreta de agentes internacionales, sin móviles permitidos y con una lista de invitados que podría llenar el Wanda Metropolitano. Entre influencers, youtubers famosos, y compañeros del Barça, más de 200 almas celebraron el cumpleaños del joven futbolista, quien claramente prefiere mantener sus 18 como una cazuela llena de sorpresas y música.

Pero, ¡aguanta! Aquí viene un giro más retorcido que un regate de Messi. La fiesta se ha convertido en noticia porque la ADEE ha lanzado una tarjeta roja a la contratación de personas con enanismo para espectáculos. La denuncia hizo eco como un gol de chilena, pidiendo que se paren estas prácticas de película que no benefician a nadie. La extravagancia fue como un cañonazo a favor de la reflexión y el respeto a los derechos, y es que, después de todo, ¡la vida real no es un videojuego de FIFA!