La comedia balompédica del Barça-Mallorca…
Hansi Flick se ha convertido en una especie de David Copperfield del banquillo. Enfrentarse al Mallorca con Ansu Fati y Héctor Fort de protagonistas fue como lanzar caimanes a un estanque lleno de imitaciones de Messi. ¡Y vaya si hicieron su trabajo! Parecía que Flick había hecho un pacto con algún mago del fútbol, porque los chicos mostraron más hambre que un equipo de tiburones en un buffet.
El Camp Nou se transformó en un karaoke de oportunidades. El Barça disparó más balones al arco que las encuestas de la quiniela, pero siempre se topaban con Leo Román. El portero del Mallorca se despertó ese día con los guantes bendecidos por extraterrestres. Apenas podían distinguirse sus manos de las hélices de un helicóptero parando balones a doquier, ¡sublime!
Además, Eric García cambió de posición más veces que un camaleón en una tienda de arcoíris, y, aun así, logró dar una asistencia de lujo a Olmo. El genial Pedri hizo pases de otro mundo, aunque sus compañeros necesitaron un GPS para encontrar la red. Pero Flick debe dormir con la sonrisa del Joker, pues logró dar respiro a su plantilla y prepararse para enfrentarse al Real Madrid en Copa con jugadores frescos como lechugas.