Se avecina más drama en la portería…
En la última sesión matinal, justo antes de subir a un avión que parece más una nave nodriza galáctica, Hansi Flick ha lanzado un hechizo y de la nada aparecieron Kochen, Landry Farré y Juan Hernández. Ni Harry Potter y sus trucos podrían haber traído mayor sorpresa al campo. El joven Kochen, que ni siquiera había desempolvado sus guantes este verano, se sumó a la fiesta. Mientras, Landry y Juan, esos chicos astutos, ya conocían el camino de ida y vuelta al primer equipo cual turistas perdidos con GPS interno.
La situación parece más una clase de matemáticas que un partido de fútbol. Flick tiene 36 jugadores paseando por el verde como si de una procesión se tratara, pero solo puede guardar 26 en su maleta para el tour asiático. ¡Vaya dilema! Es como elegir entre 36 sabores de helado, sabiendo que solo puedes llevarte 26 y diez deben quedarse viendo el partido desde casa con helado virtual. Atención al suspense: ¿quiénes serán los elegidos para esta magnoaventura del lejano oriente?
Y hablando de intrigas, la portería del FC Barcelona es una saga de drama a la altura de una telenovela épica. Ter Stegen está en un dilema moral entre abrazar su espalda rebelde o empacar en el quirófano. Perico el Pollito -digo- Iñaki Peña anda buscando un nuevo nido donde sacar las garras, mientras Flick endulza la trama con tres asientos de portero disponibles y dos personajes luchando por la corona final: Kochen e Iñaki. ¡Que comience el drama asiático! Los jugadores descansan por la tarde, pero el público se queda al borde del asiento.