El técnico alemán y su lucha contra el destino…

Hansi Flick casi se arranca los pelos al saber que el partido entre Barcelona y Osasuna está programado para el 27 de marzo. Así es, justo después del parón de selecciones. ¡Perfecto momento para dejar al Barça sin jugadores! Flick, quien andaba de paseo por la Ciudad Deportiva, parecía estar listo para una sesión de yoga cuando de repente… ¡zas! Le dieron la noticia. No más relax, es hora de lo opuesto a un «om».

El staff del Barça se levanta cada vez que Flick pasa como un torbellino enfurecido. “¡¿Cómo se les ocurre?!” grita, recordando que sus guerreros como Raphinha y Araujo están a kilómetros, jugando en Bolivia y Argentina. Y como si fuera poco, una tropa de tres más estará entretenida con la sub-21 hasta el 25. ¡Un campamento de verano improvisado!

Pero no todo está perdido: aún hay esperanza en un recurso celestial que el Barça planea presentar. ¿El objetivo? Convencer al Juez Único de que esta fecha es tan oportuna como un paraguas en una tormenta. A pesar de que las opciones son pocas, el club intenta un último golpe de suerte. Un gesto noble de parte de Osasuna que, al parecer, también cree en la magia de los cambios de última hora. ¡Que la fuerza esté con ellos, y con Flick!