El andaluz se touch-switch en Valladolid…
¡Como si fuera un flan bajo el sol! Gavi nos dejó con el corazón en un puño en el estadio José Zorrilla. El joven andaluz, que parece tener más energía que un niño en una tienda de caramelos, decidió que el minuto 79 era un buen momento para imitar un velero sin viento y se retiró cojeando del campo. ¡Menudo susto! Aunque no hay que alarmarse, porque dicen que las molestias no son cosa de otro mundo, ¡ni siquiera de otro partido!
Nuestro querido Hansi Flick, que ve el fútbol como un chef ve un buen guiso, mantuvo la calma como un témpano de hielo. El mister dijo que mañana domingo, día de reposo para algunos mortales, examinarán a Gavi para ver si estaba realmente cansado o simplemente buscando una excusa para no acabar los 90 minutos. ¡Vaya manera de ver la intensidad en cada jugada! Y lo mejor, su hoja de tarjetas se mantiene tan limpia como una pizarra en su primer día de clases.
Aunque nos haya dejado con este pequeño episodio de tensión, Gavi y su compañía azulgrana ya tienen su GPS apuntando a Milán. Parece que tienen más vuelos que un portero en un día de entrenamiento, pues el lunes ya estarán surcando los cielos con destino a la gloria de la Champions League. ¡Que alguien le haga un masaje a ese muchacho antes de que vuelva a despegar!