Las tácticas del «abraza-jugadores» alemán …
Hansi Flick no solo ha ganado partidos desde su llegada al Barcelona este verano, sino que también ha ganado corazones. Con abrazos tan calurosos que podrían derretir un iceberg, ha conseguido que desde veteranos hasta los juveniles de 17 años quieran ser parte del equipo. Él no habla, ¡él predica! Los expertos coinciden en que su inteligencia emocional está en otro nivel, algo así como una versión moderna de Mr. Miyagi en el fútbol.
Dicen que Hansi podría haber sido político con sus dotes de oratoria y sus míticos discursos. En las ruedas de prensa su semblante es mucho más eficaz que el de un guía turístico andaluz explicando el Alcázar de Sevilla: serio pero gracioso, y todo el mundo le entiende. «Es la viva imagen de la calma hecha entrenador», declararon los psicólogos Carlos Rey y Fernando Callejo entre reverencias imaginarias.
Y es que el secreto de Flick no es otra cosa que una habilidad casi mágica para inspirar confianza. Jugadores jóvenes como Fermín y Yamal duermen con su foto bajo la almohada. Para ellos, es como ese profesor guay que todos quisieran tener: estricto pero con cariño, y siempre con una bofetada de ánimo en el bolsillo. ¿La fórmula mágica? Respeto, puntualidad y, ¡más abrazos!