El Barça, entre ovnis y partidos de fútbol…
¡Atención, terrícolas! Hansi Flick asegura que su escuadra está más concentrada que un niño con un nuevo videojuego. El equipo se dirige con paso firme hacia la batalla final contra el Athletic en Bilbao. Dicen por ahí que han estado tan concentrados que un jugador intentó chutear un balón a la Luna en uno de esos entrenamientos. Flick, fiel a su estilo, reveló sus planes para la temporada 25-26 como si estuviera dibujando un mapa del tesoro: todo calculado al milímetro, cual ingeniero intentando montar un mueble sin perder ningún tornillo.
Y antes de que te preguntes, sí, ¡Lamine Yamal es el fichaje más esperado! Flick está más seguro de su renovación que de que el sol sale cada mañana. Reconoce que el equipo necesita refuerzos en los extremos: alguien que corra más rápido que Flash en una cinta de correr. Y no es todo, Deco y Flick parecen estar más sincronizados que un par de relojes suizos, planificando el futuro del Barça con más precisión que un cirujano bajo el microscopio.
Al anunciar sus vacaciones, Flick dejó a todos en vilo: ¡no se sabe si se va a la playa o a un retiro espiritual en Marte! Entre tanto, Ansu Fati está más indeciso que un burro entre dos fardos de heno. El entrenador deja caer la idea de que ya tiene a dos nuevos canteranos que podrían salir desde la Masia, listos para comerse el césped la próxima temporada. ¿Qué más queremos? ¡Entre ovnis, jugadores voladores y entrenadores galácticos, el espectáculo está garantizado!