El invicto conquistador de finales…

Se rumorea que Hansi Flick desayuna con copa y pura vitalidad de campeón. La afición culé lo adora más que a una tortilla de patatas perfecta después de sus dos tardes de gloria aplastando al Real Madrid. Con un dominio casi extraterrestre, ha convertido cada final en su parque de atracciones personal, sumando victorias como quien colecciona cromos de su infancia.

Este hombre no le tiene miedo a nada. Ni siquiera a los ratones del vestuario o a los gritos desaforados de su suegra. De hecho, su récord perfecto es más inquebrantable que el candado de un diario de adolescente. Con el Bayern, Flick conquistó títulos desde la Champions hasta una variada colección de Supercopas. Hasta los rivales se preguntan si lleva su propia música épica de fondo mientras dirige a sus equipos.

En Barcelona, la prensa ya pregunta si tiene planeado dirigir montando en unicornio para su próxima final. Mientras tanto, se prepara para enfrentarse al Inter de Milán con la misma confianza que uno tiene ante un examen para el cual solo estudió gracias a un milagroso atracón la noche anterior. ¿Será este el próximo capítulo de su novela de triunfos?