El técnico del Bayern y sus pies en la tierra…

Imagina a Hansi Flick en una tienda de zapatos, viendo si los nuevos calcetines anti-euforia le quedan bien, porque el hombre parece decidido a no despegar del suelo ni con grúa. El entrenador comentó que, aunque aún no se ven unicornios galopando por el campo, confía en el poder de su equipo para el choque contra el Borussia Dortmund, al que incluso el flautista de Hamelín temería. Además, Flick aseguró que no aceptará el papel de favoritos ni aunque lo envuelvan para regalo.

Durante la rueda de prensa, Hansi parecía más superhéroe que entrenador, cuidando que su jugador estrella, Raphinha, no se convirtiera en la momia de las carreras perdidas. «Después del parón de selecciones, todo está en su sitio: activo, despierto y con más vida que la discoteca de un zombie. Totalmente listo para dar saltos y vueltas en el partido de mañana», comentó el técnico entre mensajes de ánimo y una ración de tortilla española.

Y sobre el Borussia Dortmund, Flick no se anda con rodeos. Quiere jugar contra los mejores, como quien quiere una pizza con todos los ingredientes. Aunque no llegue bien de hora a la sala de prensa, lo que sí parece tener claro es que el Borussia no será una ensalada fácil, sino más bien una carrera de obstáculos donde hasta los mejores tendrán que mantenerse firmes. Finalmente, entre bromas sobre calendarios imposibles y jugadores que trabajan más que una aspiradora en una fiesta de confeti, Flick nos recuerda: «¡Aquí lo que importa es el aquí y el ahora!».