El fichaje invisible de Flick, ¡qué sorpresa!…

Eran las siete de la mañana y Flick no había terminado de desperezarse cuando decidió dar declaraciones sobre el niño prodigio Marc Bernal. Con una confianza ciega, comparable al ciego que busca el interruptor de la luz, Flick dejó claro que nuestro joven Marc sería el fichaje sorpresa de la temporada. ¡Oh, no sabía que había fichado a nadie nuevo! Pero ahí estaba Bernal, a punto de hacer una entrada triunfal cual Robin colgándose en las barras de práctica.

Durante la épica batalla contra el Rayo Vallecano, nuestro hercúleo Marc se encontró con más problemas que un programador principiante en su primer día de trabajo. Y todo por un pequeño roce con Isi Palazón que dejó a Bernal más torcido que las ideas de un inventor loco. Flick, nuestro héroe, se quedó con la mirada perdida y del partido no quedó ni la leyenda, ya que Bernal decía adiós por un largo rato, tan largo como una canción de verano.

El tiempo pasó, el gimnasio se convirtió en su mejor amigo y Bernal regresó más fuerte que un músculo tras una dosis doble de espinacas. Ahora, brilla más que un balón de oro bajo el sol y luce una altura que desafía las nubes. Será complicado para él encontrar su espacio en medio de esas estrellas como De Jong y Pedri, pero tiene trucos bajo la manga que ni Dynamo podría igualar. ¡Un nuevo ‘Busquets’ ha nacido! Y no, no es un autobús nuevo, sino el joven Bernal listo para bailar con los grandes otra vez. Flick suspira aliviado y le firma un contrato más largo que una historia de Matrix: hasta 2029… ¡o hasta que alguien le descubra en el Mannequin Challenge!